
Cuando la ternura no se esconde: La importancia de la ternura en la infancia y la edad adulta
La ternura es un sentimiento que nos acompaña desde la infancia y nos permite sentirnos conectados con los demás. Pero, ¿qué es la ternura para un niño? En una ocasión, le pregunté a un pequeño niño de 5 años qué era la ternura para él, y su respuesta me dejó pensativo.
«Saber que mi madre y mi padre me quieren», me dijo con una sonrisa sincera. Me quedé mirándolo, sorprendido por la simplicidad y la profundidad de su respuesta. Le pregunté cuántos años tenía, y me respondió con orgullo: «5 años». Le dije: «Sabías que cuando un chico como tú conoce la ternura, el amor de mayor se olvida de que existe esa ternura que tú percibes desde tu edad». El chico me miró con curiosidad y me dijo: «No sé, solo sé que cuando sea mayor seré doctor o futbolista».
La pérdida de ternura en la juventud actual

Cuando la ternura no se esconde, comprendemos que la verdad de un niño es la misma que podría tener un joven. Sin embargo, en la juventud actual, la ternura parece haberse perdido en el camino. Los jóvenes están rodeados de tecnología y se comunican menos con sus padres y profesores. En algunos casos, incluso se crean conflictos en el colegio y se pierde el respeto hacia los demás. La falta de ternura se refleja en la forma en que nos tratamos unos a otros, y nos olvidamos de la importancia de un abrazo, un «te quiero» o un simple «gracias».
La importancia de la ternura en las relaciones interpersonales
La ternura es como reflejarse en un pequeño momento del día para dar gracias por lo que hemos realizado. Es dar las gracias a las personas que nos guían por el camino correcto. La ternura nos permite sentirnos conectados con los demás y nos abre puertas a nuevas experiencias y relaciones. Si en algún momento te sientes abatido o solo, piensa que la ternura que reside en el fondo de tu corazón te abrirá puertas cuando meditas, y descubrirás que no estás solo.
Cómo cultivar la ternura en nuestra vida diaria
Para cultivar la ternura en nuestra vida diaria, podemos empezar por hacer pequeñas obras de bondad hacia los demás. Un abrazo, un «te quiero» o un simple «gracias» pueden hacer una gran diferencia en la vida de alguien. También podemos practicar la gratitud y reflexionar sobre las cosas que nos hacen sentir agradecidos. Al hacerlo, podemos conectar con nuestra propia ternura y sentirnos más conectados con los demás.
Cuando la ternura no se esconde, podemos experimentar una sensación de conexión y amor hacia los demás. La ternura es un sentimiento que nos acompaña desde la infancia y nos permite sentirnos conectados con los demás. Al cultivar la ternura en nuestra vida diaria, podemos crear un mundo más amoroso y compasivo. Así que, no te olvides de la ternura que reside en tu corazón, y no dudes en expresarla hacia los demás.
Si en algún momento te sientes abatido/a piensa que esa ternura que reside en el hondo del corazón te abrirá puertas cuando meditas, y descubrirás que no estas solo, que es solo una parte de tu percepción hacia lo que ves. Por eso el subconsciente graba memorias y si accedes a ellas, lo mas seguro que tengas buenos recuerdos.
